En la mañana de ayer, el Balneario de Tus organizó la primera de las excursiones que tiene previstas para los próximos meses. Una jornada de naturaleza, deporte, buena compañía y un final exquisito con la degustación del famoso cocido lebaniego, típico de la zona.
La subida al Molejón de Moropeche comenzó a eso de las nueve de la mañana cuando una quincena de aventureros salieron del Balneario hacia la aldea de Los Ruscas, donde se apearon de los vehículos para comenzar una excursión de poco más de diez kilómetros que les llevaría a uno de los lugares más bonitos del Parque Natural de los calares del Mundo y de la Sima.

(Panorámica del Balneario de Tus desde unos kilómetros)
A pesar de que el comienzo de la ruta deparaba alguna dificultad, el ascenso se completó sin problemas de importancia llegando a la cima del calar, que deparaba unas vistas tan magníficas como gratificantes para los caminantes.

(Ascensión al tramo final)
Desde arriba, pudieron disfrutar una de las panorámicas más bellas de la comarca, que ofrece al espectador paisajes preciosos y una mirada general a más de veinte kilómetros de distancia. Entre la vegetación típica de la zona y la inmensidad de la sierra albaceteña, los afortunados que iniciaron la marcha pudieron observar entre otras cosas el embalse de la Fuensanta o la aldea de la Parrilla.

(Parte del grupo, desde la cima del calar)
El tiempo acompañó a las mil maravillas la marcha y eso supuso un plus de motivación para el grupo. A la llegada a la cima del calar se degustó un pequeño almuerzo que los presentes agradecieron para tomar fuerzas y prepararse para el descenso. Poco a poco, la caminata llegaba a su fin y éste se completó de nuevo en los Ruscas, donde la marcha descansó de la travesía entre las centenarias encinas que se pueden visitar en la aldea. Seguidamente y ya de vuelta en el hotel, se improvisó un pequeño aperitivo en la cafetería por cortesía del Balneario de Tus, que fue la antesala perfecta para lo que quedaba por degustar. La cerveza de mediodía precedió al esperado cocido lebaniego que hizo las delicias de los presentes y sirvió para finalizar una jornada de domingo especial y muy gratificante. El senderismo, la naturaleza en su estado más puro y el agrado de pasar una mañana ante las panorámicas más bellas que se pueden encontrar en la provincia, fueron la tónica dominante del domingo, una actividad que se irá repitiendo en las próximas semanas y a las que esperamos asistan todos ustedes, a buen seguro que no se arrepentirán.
(Paisaje desde la cima del calar)